POESIA: "La lima, el aguijón, el nogal". Julián García Lomas

En casa de un cerrajero entró la sepiente un día y la insensata mordió en una lima de acero. Díjole la lima, cómo has de hacer mella en mi, si hago polvo al metal. Quién pretende sin razón o dar coces contra el aquijón.

Por saltar una colmena cierto goloso ladrón tuvo que sufrir las penas por el madito aguijón. La miel está muy buena, es un bocado exquisito. No volveré al colmenar, las penas tras el delito.

Subió una mona a un nogal y cogiendo una nuez verde en la cáscara, la muerde. Con que le supo muy mal arrojóla el animal y se quedó sin comer. Así suele suceder el que expresa y abandona, así como la mona al principio de vencer.