dimecres, 17 d’abril del 2013

No es tan fiero el dragon como lo pintan - Albert Abad



                   Perdonad mi atrevimiento, ya  que hoy voy a intentar "Romper una lanza " (y nunca mejor aplicada esta frase) en defensa de todos los dragones.

                    Los dragones tienen un significado espiritual en varias religiones y culturas de muchísimos países, y estos (los dragones) pueden ser clasificados según la intensidad de los colores de las escamas.

                    Los antiguos escandinavos (los vikingos) adornaban las proas de sus naves esculpiéndolas en forma de dragón para asustar y también protegerlos de los malos espíritus. Y para los celtas, el dragón era una divinidad de los bosques y su fuerza podía ser controlada y utilizada por sus magos.

                    Los dragones chinos y japoneses simbolizan el poder espiritual supremo, osea la fuerza, la justicia y el conocimiento. Son considerados criaturas benéficas, símbolo de la suerte y de la buena fortuna. Y concretamente en Japón se les considera seres sabios dispuestos siempre a ayudar y han sido durante siglos el emblema oficial de la familia imperial.

                    Mientras que en China, Japón y Corea, osea en Oriente, son vistos todos ellos como benévolos, en Occidente, osea en Europa, son vistos generalmente como malévolos.

                    Ese " Mito " (yo entiendo como Mito un relato popular en el que intervienen humanos y seres sobrenaturales que desarrollan acciones imaginarias) de los dragones creció enormemente en las historias y leyendas de la Europa Medieval diciendo que podían atemorizar regiones enteras devorando doncellas y arrasando países enteros.

                    Y durante esa Edad Media los dragones fueron considerados como símbolo de ira, maldad y cólera. Pero sobre todo, y esto es muy importante, los dragones de varias cabezas eran considerados como "EMBLEMA DE INDEPENDENCIA". Pensemos en esto los catalanes, puesto que será muy importante el contar las cabezas de ese dragón de la leyenda, ya que al contarlas es muy posible que quizás nuestro "Sant Jordi" no fuera catalán, y que realmente el catalán fuera el dragón.

                    Y yo me sentiré inmensamente feliz si he conseguido tan solo una sonrisa en vuestros labios al leer todo esto sobre " NO ES TAN FIERO EL DRAGÓN COMO LA PINTAN ".


Aquí teniu l'àudio de Sant Jordi

1 comentari:

  1. Me encanta. Genial el escrito y el que nos muestres que en otras culturas todo puede ser muy diferente. A más cultura, más libertad!

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